lunes, 17 de octubre de 2011

Ganesha en Tous

El otro día hice un gran descubrimiento mientras estaba en la página web de la marca Tous. Fue realmente una alegría ver como las diversas culturas de Oriente van impregnando a los diseñadores y diseños de Occidente, y en especial ver como hay toda una colección de joyas denominada “Ganesh” en Tous.

Ganesha es uno de los dioses más conocidos y más populares dentro de la religión hindú. Es ampliamente venerado en la India, ya que se le confía los poderes de quitar los obstáculos de nuestras vidas, ser el patrón de las artes y de las ciencias y el patrón de las letras. De entre todo el panteón hindú, es fácil reconocerlo por la cabeza de elefante con la que se le representa.

Es este simbolismo que hay entre el dios Ganesha y el elefante el que ha inspirado estas joyas de la marca Tous. Según Tous Online así describen la nueva colección: “La nueva colección de Tous se llama Ganesh y está inspirada en la India y en el exótico mundo oriental, haciendo un homenaje al tradicional Festival de los Elefantes con bonitos e intensos colores”.

Creo que como ahora se acercan las Navidades y además, siempre tenemos algún cumpleaños por ahí, podría ser un bonito y original regalo. Aquí os dejo las fotografías de cada una de las piezas y su precio:

Colgante Ganesh – 110€
Collar Ganesh – 350€
Pendientes Ganesh – 89€
Pulsera Ganesh – 79€

Anillo Ganesh – 125€

Todas las joyas están realizadas en plata de primera ley y se les da el colorido con esmaltes.

Sin embargo, aunque esta colección me ha parecido preciosa, echando un vistazo a su página encontré este otro colgante que me enamoró a primera vista:


Colgante Fátima – 75€

Tous se inspiró en la famosa mano de Fátima (también conocida como jamsa), la cual es un amuleto que protege del mal, parándolo con la palma de la mano (de ahí su forma). Aunque se vincula este amuleto con la religión islamista, no es propio de ellos, ya que los judíos también lo tienen, aunque el su nombra varía, y se le denomina mano de Miriam, y también existe en la India, con el nombre de Humsa. Cada religión adaptar la mano a sus creencias. Por ejemplo, los musulmanes asocian los cinco dedos de la mano con los cinco pilares fundamentales del Islam, mientras que los judíos asocian los cinco dedos a los cinco libros que tiene la Torah.

La verdad es que fue una gran sorpresa encontrar “estas joyas” inspiradas en Oriente en una marca de joyas tan conocida.

Si queréis mirar un poco la página web, aquí os dejo el link:

http://es.tous.com/tous/es/

¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima!

lunes, 10 de octubre de 2011

Loción Corporal de Melocotón de Yves Rocher

Como os avisé, vuelvo a escribir en el blog tras una larga ausencia. Con energías renovadas, empiezo a hablaros de un producto que NO me gusta nada, como es la Leche Corporal de Melocotón de la marca Yves Rocher.
Yves Rocher es una tienda muy conocida en España, que se dedica a lo que ellos denominan “cosmética vegetal”. Es una marca que he probado en numerosas ocasiones y que hay cosas que me gustan mucho… y otras que no tanto. Os dejo la página web de la tienda para que le echéis un vistazo a los productos que venden:

http://www.yves-rocher.es/control/main


El melocotón es una fruta que proviene de Asia, de una zona indeterminada… se sabe que hace miles de años ya había melocotones en China, en Japón e incluso en Persia. Es más, fueron los propios persas los que lo trajeron al mundo occidental por medio de los contactos que tenían con los pueblos de Europa, y posteriormente, fueron los romanos los que se encargaron de expandirlo por toda la rivera del Mediterráneo.

Esta fruta era muy apreciada en la antigüedad por los asiáticos, apareciendo en varios relatos mitológicos, y a la que se le atribuía unas virtudes extraordinarias. Y no es para menos, ya que el melocotón es bueno para innumerables cosas:

Nos ayuda a mantener una buena vista evitando las cataratas u otros tipos de problemas oculares; también nos ayuda con el tema de la higiene bucal dando una protección extra a nuestros dientes y encías; previene las úlceras estomacales y nos enriquece con su vitamina C. A parte de ser empleado en dietas de adelgazamiento, en terapias antiestrés y para eliminar la caspa, el melocotón es toda una joya en cuanto a belleza se refiere.

Tanto la ingesta del melocotón, como su utilización de manera externa, hidrata la piel luchando contra la sequedad de esta, es ideal como anti-acné, da luminosidad a las pieles apagadas y elimina manchas e impurezas.

Sabiendo todas estas ventajas es imposible no caer en la tentación de coger productos que lleven melocotón entre sus componentes. Sin embargo, mi chasco fue enorme cuando probé esta Loción Corporal de Melocotón:




En la foto veis que tengo el formato viejo de las lociones corporales de Yves Rocher ya que ahora tienen uno nuevo. El melocotón es el séptimo ingrediente de esta crema (buscad el componente prunus persica para los productos de melocotón), justo después de algunos ingredientes como la parafina líquida o el glicol de propileno. A mí, personalmente, me gusta más que lo productos tengan componentes más “naturales” y menos “químicos”.

El bote trae 400ml y me está costando muchísimo terminármelo porque no me gusta… Siento que esta loción se queda corta en hidratación para mis piernas (donde tengo la piel extraseca) y además deja un acabado un poco pringosillo. El olor al principio me gustaba, pero ahora con el tiempo cada vez me gusta menos y estoy deseando acabarla ya. El olor es un olor a melocotón “químico”, bastante fuerte, dulzón pero que luego se va enseguida.

El precio de esta loción es de 5,50€, aunque además, Yves Rocher siempre tiene promociones donde puedes conseguir sus productos incluso al 50%, por lo que creo que es su única ventaja… que una no invierte mucho dinero en este producto.

En definitiva, mi nota a este producto es un 3. El melocotón, como os he dicho tiene propiedades muy buenas y seguiré a la caza de productos donde sepan aprovecharlas y que nosotras podamos sentirlas.


Hasta aquí mi revisión sobre esta crema. Espero que os haya sido útil mi experiencia y... ¡Gracias por leerme!

De vuelta por aquí

Hola a todos,

Este es un breve post para deciros que volveré a publicar por aquí, de manera asidua como hacía anteriormente. Espero que os gusten las nuevas cosas que tengo pensadas para el blog.

Nos vemos esta semana :)

sábado, 12 de febrero de 2011

Tiempo de Carnaval: Cómo hacernos un sari barato y rápido

Se acercan las fiestas de carnaval, tus amigos te han dicho de hacer una fiesta de disfraces y no sabes qué ponerte. Aquí traigo una opción para emergencias, la cual espero que os guste. Os iré explicando paso a paso cómo hacer este disfraz e iré colocando imágenes para que vayáis viendo el proceso, pero si aún así tenéis alguna duda, ya sabéis que me podéis preguntar todo lo que queráis en los comentarios.

Os recomiendo que para haceros una idea, si no tenéis muy claro cómo es un sari o cómo se coloca, leáis mi artículo anterior sobre saris.

Empezamos: La tela

Lo primero que tenemos que hacer es ir a comprar la tela. Os recomiendo que primero os paséis por algún mercadillo porque igual podéis encontrar allí una tela bonita a buen precio. Si no es así, no pasa nada porque usaremos tela de carnaval que es de las más económicas a la hora de comprar. ¿Cuánta tela comprar? En mi caso, yo compré 4 metros y medio de tela. Sabemos que los saris llevan muchos metros pero buscamos algo cómodo (así que cuantos menos metros mejor), algo económico, pero que no quede raquítico. También depende un poco de la altura de la persona, pero yo creo que entre 4 y 5 metros es una buena medida para todos.

Es hora de cortar

Las telas de carnaval suelen ser de doble ancho por lo que nos quedaría muy largo y toda la tela sobrante se nos enrollaría en las piernas y correríamos el riesgo de caernos al suelo. Lo que debemos hacer es medirnos desde un poco más arriba de la cadera hasta los pies y a esa medida le añadimos 5 centímetros. Es decir, si al medirnos, vemos que en la cinta marca 92 cm., pues a la hora de cortar, la medida que usemos será 97 cm. (recordad que la medida depende de la altura de cada una). Con ayuda de una regla y de una tiza de sastre marcamos en la tela una línea recta y cortamos todo lo que nos sobra del ancho de la tela. No puedo mostraros fotos de este proceso porque mi sari ya estaba hecho antes de escribir este artículo pero con la siguiente ilustración espero que lo entendáis bien.


El turno de la aguja

Una vez que ya lo tenemos recortada la tela y hayamos guardado lo que nos sobre para otra ocasión futura, es el momento de rematar todos los bordes de la tela, por eso anteriormente habíamos dejado un margen de 5 centímetros, para ahora poder meter por cada lado 2’5 cm. y así andar holgadas de tela. Primero lo hilvanamos a mano y posteriormente, con un hilo del color más parecido posible a la tela lo cosemos a máquina. Este sería el resultado.


Ya tenemos el sari hecho pero así queda un poco soso, por lo que vamos a decorarle un poco. Lo que necesitamos es una cenefa bonita para colocarla por los bordes. También podéis pasar por el mercadillo para buscar el precio más económico, pero si no, también se venden en mercerías y tiendas de pasamanería. Una vez que ya la tengamos, solo nos queda coserla a nuestra tela. Otra pregunta fundamental que nos hacemos es, ¿cuántos metros de cenefa comprar? En mi sari, que es de 4 metros y medio de largo, he utilizado 7 metros. Claro que eso no es suficiente para cubrir con cenefa todo el sari, pero como uno de los extremos no se ve porque es donde lo enganchamos y luego nos envolvemos con el resto de la tela y tapamos esa parte, creo que es innecesario gastarnos el dinero en más cenefa si luego no se va a ver.

Para que nos quede la cenefa equitativamente bien repartida, empezamos por el extremo exterior, el que colocamos sobre el brazo, y con la ayuda de un alfiler enganchamos justo el punto que sea la mitad de la cenefa en la mitad de ese extremo. En la siguiente imagen podéis verlo quizás más claro:

Una vez hecho eso, ya solo tenemos que ir repartiendo los dos extremos de la cenefa a ambos lados del sari. Una vez que tengamos ya marcado por dónde tiene que ir la cenefa, la cosemos a la tela y ya podemos considerar nuestro sari terminado.



Accesorizando el disfraz

Ahora solo nos falta añadir los complementos. Si tenemos unos bindis por casa, nos los colocamos en la frente, y si no, otra idea sería imitar el sindoor con sombra de ojos roja. También podéis añadir otros complementos, como brazaletes plateados que resalten el color vivo de la tela. Esta es una opción.



¡Bueno, ya tenemos nuestro disfraz hecho! ¡Espero que alguna se anime a hacerlo para este carnaval y que si es así que me cuente cual fue su experiencia!

¡Gracias por leerme!

martes, 25 de enero de 2011

Hola chic@s

Hola a todos,

¡No me he olvidado de vosotros! Siento mi ausencia, pero la Universidad me absorbe todo el tiempo. A mediados de febrero acabo los exámenes y en cuanto los acabe empiezo a volver a subir entradas al blog, que tengo muchas ideas sobre lo que hablar :)¡Espero que lo entendáis!

Un saludo,

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Sari

Hoy hablaremos del sari, el vestido más típico de la India y quizás, el más bonito del mundo:


Un sari o saree es una tira larga de tela sin costuras, que va de 4 a 9 metros de largo y se enrolla sobre el cuerpo con diferentes estilos. Los países en los que más se usa son la India, Nepal, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka, Bután, Birmania y Malasia.

¿Cuál es su origen?


La palabra Sari viene del sati en sánscrito, que significa “una banda de tela”. Se sabe que el origen del sari se remota a la “Civilización del Valle del Indo”, que floreció entre los años 2.800 y 1.800 a.C. en la parte occidental del subcontinente indio. La primera representación conocida del sari es una estatua de un sacerdote cubierto con una especie de bata, por lo que en su origen, el sari era una prenda unisex. Otras señales de la existencia de los saris son por ejemplo las poesías de la literatura tamil, en la que describen a las mujeres llevando exquisitos saris. Del año 280 a.C. aproximadamente es la siguiente pintura, en la cual podemos ver a dos mujeres indias llevando un sari.


Otras fuentes indican que la ropa del día a día era una falda conocida como dhoti, llevando en el pecho una banda y por encima un velo. El dhoti ahora es una prenda típica masculina, la cual podéis ver en la siguiente fotografía.


El sari desde hace un tiempo (no se sabe exactamente desde cuándo) hasta la actualidad se lleva con una falda debajo, que se llama lehenga y con una blusa que se llama choli. Los cholis normalmente son de manga corta y con el cuello redondo y bajo, aunque hoy en día hay cholis de todo tipo: de tirantes, con la espalda descubierta, de cuello alto… Algunos investigadores dicen que los cholis y el lehenga eran totalmente desconocidos hasta que llegaron los colonos británicos y que se introdujeron para satisfacer las ideas del pudor victoriano. Sin embargo, otros historiadores dicen que hay evidencias en los textos más que suficientes para demostrar que estas prendas ya existían en la cultura india.

La realidad es que el sari es la prenda más característica de la India. Tanto es así, que incluso las mujeres que están en las Fuerzas Armadas, llevan un sari uniforme, como el que tenéis en la siguiente imagen.


¿Cómo se lleva el sari?

Hay muchísimos estilos de llevar el sari, pero el más común es envolver el sari en la cintura y con el extremo suelto de la tela se coloca sobre el hombro. Los saris han sido clasificados en varios estilos por una antropóloga francesa llamada Chantal Boulanger, que se han dedicado a investigar sobre los saris. No os los voy a explicar todos porque son muchos y yo no conozco todos, pero sí que os los nombro: Nivi, estilo bengalí, gujarati, maharashtrian, dravidian, gond, malayo, estilo kodagu y luego diferentes estilos tribales.

En las dos siguientes imágenes podéis ver cómo se ponen el sari de la forma más conocida y de otras formas. A mí personalmente me encanta como queda el sari con un cinturón encima, ajustándolo más al cuerpo, pero la verdad es que creo que me gustan los saris de todas las maneras y los estilos.



Estilos de saris

Hay también muchísimos estilos de saris, que se diferencian principalmente en el tipo de decoración de la tela. Yo conozco (con conocer me refiero a verlos y distinguirlos) solo unos pocos, que son los que os dejo a continuación.

- Los banarasis son quizás los más conocidos por la delicadeza y finura de sus diseños. Están hechos de seda, y sus diseños están inspirados en el arte del imperio mogol. Este tipo de saris son muy apreciados y se utilizan en ocasiones especiales, como en las bodas, ya que un sari banarasi no puede faltar dentro del ajuar de la novia. Os dejo un link de una tienda online donde podéis ver distintos diseños de estos saris, y por supuesto, comprar alguno: http://www.banarasisaree.com/wedding/index.htm

- Otro estilo sería el bandhani de Rajastán (también se les llama bandhej), que se realiza o bien en seda o bien en algodón. Les hay de muchos colores hoy en día, pero tradicionalmente estos no eran muy claritos y usaban colores bastante fuertes y oscuros. En esta web, debajo de todo, podéis ver algunos diseños también: http://www.utsavsarees.com/saree/gujratisarees.htm

- En la zona del centro de la India, están los saris hechos de seda Kosa, muy famosos por lo cómodos que son de llevar puestos. A mí estos no me gustan mucho… ¡¡pero quizás a vosotras sí!! Os dejo otra web para que los veáis: http://www.mrignayani.com/new.asp?currentPage=2&cp=2&category=&key=&table=sarees

- Otro estilo muy particular es el lugade, que es un poco… barroco, por decirlo de alguna manera. Os dejo una imagen, ya que esta vale más que mil palabras:



¿Dónde puedo comprar saris en España?

Hay algunas tiendas, sobre todo en las grandes ciudades donde venden saris, pero yo no os puedo decir nombres, ni calles porque no me las sé. Sin embargo, a parte de estas webs internacionales que os he dado, os voy a poner dos más de España:

http://mothergangessilks.blogspot.com/
http://www.odaliscadanzaoriental.com/sarees.asp

Más alguna extranjera:

http://www.exoticindia.es/textiles/Saris/?gclid=CLye8qTiy6UCFcQH3wodlT-akA (en esta vienen más estilos de los que yo no os he hablado)
http://www.sarishop.com/ (¡¡en esta tienen muchísimos estilos!!)

Por último, os dejo estos tres videos: dos de ellos son un desfile de saris, para que podáis ver distintos saris y miréis a ver si os gusta alguno y el último es sobre cómo poneros un sari.






¡Gracias por leerme!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Mascarilla facial egipcia

No sé si esta mascarilla es realmente egipcia, pero es bastante famosa en Internet y yo me decidí un día a probarla y aquí está mi opinión. Como sabemos, los egipcios son de los primeros pueblos preocupados por la apariencia externa, la belleza, el maquillaje en general… siendo los inventores de cosas tan cotidianas para nosotros como son los espejos e incluso de la máscara de pestañas que nos ponemos cada día (no exactamente esa, pero algo muy parecido sí). La cantidad de cosmética que ellos crearon es increíble, resaltando el hecho de que se basaban para hacerla en los productos que tenían más a mano.

Esta mascarilla facial de la que hoy os hablo es especial para pieles grasas y con poros abiertos.

Ingredientes:

- 1 Huevo
- Media cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada sopera de harina
- Una cucharadita de sal gruesa
- 1 Cucharada sopera de leche entera

Si no se tiene sal gruesa se puede hacer con sal fina también, igual que si no se tiene leche entera, también se puede utilizar desnatada o semidesnatada pero nos quedará una consistencia un poco más líquida y no será exactamente igual de efectiva.

Cómo hacerlo:

Hay que mezclar muy bien todos estos productos en un cuenco. Lo primero que tenemos que hacer es batir el huevo, mezclándolo con la leche y el aceite de oliva. Una vez que ya tenemos la parte líquida de la mascarilla preparada hay que ir añadiendo poco a poco la harina y la sal. Esto dará consistencia a nuestra mascarilla y hará que quede más espesa. Lo ideal es que quede como una pasta ligera (no muy dura), pero como he señalado antes, si usas sal fina o leche desnatada va a ser muy difícil que quede con la misma consistencia.

Aquí os dejo esta foto de cómo queda la consistencia sin usar sal gorda y leche entera:

Como idea, a esta mezcla le podéis añadir dos gotitas de aceite de rosa mosqueta o de aloe vera, añadiendo a la mascarilla más propiedades beneficiosas para nuestra piel.

Modo de empleo:

Una vez que ya se tiene la mascarilla preparada, lo que tenemos que hacer es lavar bien nuestra cara con agua tibia o caliente, para abrir nuestros poros y que la mascarilla tenga más efecto. Después secamos nuestra cara con una toalla a golpecitos, sin arrastrar la toalla por nuestra cara y con la mano cogemos un poco de mascarilla del cuenco y nos lo vamos aplicando por toda la cara y cuello.

Una recomendación mía es que cuando os apliquéis la mascarilla, lo hagáis con movimientos circulares, ya que como contiene sal, ésta hará las funciones de un exfoliante, ayudándonos a eliminar las pieles y células muertas de nuestra cara y cuello.

Cuando ya tengamos la mascarilla aplicada, solo hace falta dejarla que se seque bien. Yo la dejé un cuarto de hora, aunque a los diez minutos ya estaba totalmente seca. Ahora es el momento de aclararse la cara. Es recomendable hacerlo con agua tibia ya que así hace que sea más fácil retirarla y además nos aseguraríamos de que nuestros poros se limpien bien gracias a la sal.

Por último, ya solo nos queda dar un segundo aclarado a nuestra cara, pero con agua fría, para que los poros se cierren y evitar que se acumulen toxinas en ellos.

Los efectos de la mascarilla:

Aquí solo os puedo hablar de mi experiencia, ya que cada persona y cada piel es un mundo. También, os recuerdo que esta mascarilla es para pieles grasas y que a lo mejor es agresiva para pieles secas/sensibles. Mi piel en sí, no es grasa, es mixta pero me decidí a probarla.

He de decir que cuando yo la probé tenía unos granitos en la barbilla de esos a los que yo llamo “los inmortales”, porque cuando creías que ya estaban desapareciendo y que te ibas a librar de ellos… ¡vuelven! La cosa es que yo estaba con tres inmortales de estos cuando me apliqué la mascarilla, y cuando la estaba dejando secar, noté cómo la sal me hacía efecto en ellos, sentí como un cosquilleo en ellos. Cuando me aclaré la cara con el agua y vi por fin mi cara de nuevo, me di cuenta de que me había secado los granos, y a los dos días ya nos tenía ni rastro de ellos en la barbilla, hasta el día de hoy que ya han pasado varias semanas.

También noté la piel suave y aterciopelada y más sana. Sin embargo, yo tengo puntos negros en la nariz, no muchos, pero algo sí que tengo, y bueno, pude comprobar que sí que me había limpiado un poco esa zona… pero no mucho. Por lo que mi votación de esta mascarilla es la siguiente: Para granos: ¡un 10! Para puntos negros: un 2…

¡Espero que la probéis y me digáis cómo os ha funcionado a vosotras y si os ha gustado!

¡Gracias por leerme!