Ahora que ya está aquí el verano, que el sol es fuerte, que vamos a la playa o a la piscina… nuestro pelo es cuando más sufre, por eso tenemos que hidratarlo y nutrirlo lo máximo posible. ¿Y qué mejor manera que hacerlo con uno de los productos que tenemos siempre en casa?
La utilización del aceite de oliva para distintos usos domésticos viene de la zona de Siria, Palestina y Egipto. Allí hace más de 4.000 años que se empezó a extraer aceite de la oliva y pasando a diferentes culturas de la zona Mediterránea, expandiéndose a través de los distintos pueblos por distintas partes del planeta hasta hoy.
Sus propiedades son abundantes: El aceite de oliva es rico en vitaminas A, D, E y K. Además, favorece la absorción de minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el zinc. También es muy eficaz en el proceso digestivo y mejora el control de la presión arterial. Para aquellos que tienen diabetes, ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre y previene enfermedades degenerativas como el Alhzeimer. Otra cosa que seguro que a muchas personas les interesa, es que actúa contra el envejecimiento.
Como podéis ver, el aceite de oliva tiene muchos nutrientes que nos vienen bien, y no solo por dentro, sino también por fuera, como es el caso de nuestro pelo. Con esta mascarilla para el pelo veréis como vuestro pelo tiene más salud, brilla mucho más e incluso vuestros amigos o allegados lo notarán.
¿Qué hacer?
Bueno en primer lugar necesitáis lo básico, es decir el aceite de oliva. No vamos a necesitar nada más. Igual que con otras mascarillas para el pelo, nos hacemos una coleta para separar claramente la zona en la que aplicar la mascarilla, y la zona que no debemos ensuciar y engrasar más.
Una vez hecha la coleta, nos mojamos bien la coleta, ya que con el pelo mojado su absorción es mucho más rápida y efectiva. Nos echamos un poco de aceite (OJO, MUY POCO) en la palma de la mano. Con la otra mano cubrimos la mano que tiene el aceite y nos frotamos rápido y bien las manos, de modo que conseguiremos con este movimiento que el aceite se caliente un poquito. Justo cuando lo tenemos un poco caliente lo aplicamos rápidamente por toda nuestra coleta mojada, haciendo hincapié en las puntas.
Aprovechad y hacedlo todos los días antes de lavaros el pelo. Por ejemplo, si os ducháis por la mañana, nada más levantaros hacedlo y dejad que actué entre 10 y 20 minutos. En este tiempo podéis desayunar, arreglar la habitación, atender a los niños… y seguidamente ya os laváis el pelo con normalidad.
Un pequeño truco para la comodidad:
Cuando yo uso el aceite de oliva no lo cojo directamente de la botella que tengo del supermercado porque al ser más grande y al estar llena es más difícil calcular bien para echarse la cantidad exacta de aceite, ya que la mayoría de las veces cae de más. Por eso yo uso una aceitera, como la que veis en la foto.
La utilización del aceite de oliva para distintos usos domésticos viene de la zona de Siria, Palestina y Egipto. Allí hace más de 4.000 años que se empezó a extraer aceite de la oliva y pasando a diferentes culturas de la zona Mediterránea, expandiéndose a través de los distintos pueblos por distintas partes del planeta hasta hoy.
Sus propiedades son abundantes: El aceite de oliva es rico en vitaminas A, D, E y K. Además, favorece la absorción de minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el zinc. También es muy eficaz en el proceso digestivo y mejora el control de la presión arterial. Para aquellos que tienen diabetes, ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre y previene enfermedades degenerativas como el Alhzeimer. Otra cosa que seguro que a muchas personas les interesa, es que actúa contra el envejecimiento.
Como podéis ver, el aceite de oliva tiene muchos nutrientes que nos vienen bien, y no solo por dentro, sino también por fuera, como es el caso de nuestro pelo. Con esta mascarilla para el pelo veréis como vuestro pelo tiene más salud, brilla mucho más e incluso vuestros amigos o allegados lo notarán.
¿Qué hacer?
Bueno en primer lugar necesitáis lo básico, es decir el aceite de oliva. No vamos a necesitar nada más. Igual que con otras mascarillas para el pelo, nos hacemos una coleta para separar claramente la zona en la que aplicar la mascarilla, y la zona que no debemos ensuciar y engrasar más.
Una vez hecha la coleta, nos mojamos bien la coleta, ya que con el pelo mojado su absorción es mucho más rápida y efectiva. Nos echamos un poco de aceite (OJO, MUY POCO) en la palma de la mano. Con la otra mano cubrimos la mano que tiene el aceite y nos frotamos rápido y bien las manos, de modo que conseguiremos con este movimiento que el aceite se caliente un poquito. Justo cuando lo tenemos un poco caliente lo aplicamos rápidamente por toda nuestra coleta mojada, haciendo hincapié en las puntas.
Aprovechad y hacedlo todos los días antes de lavaros el pelo. Por ejemplo, si os ducháis por la mañana, nada más levantaros hacedlo y dejad que actué entre 10 y 20 minutos. En este tiempo podéis desayunar, arreglar la habitación, atender a los niños… y seguidamente ya os laváis el pelo con normalidad.
Un pequeño truco para la comodidad:
Cuando yo uso el aceite de oliva no lo cojo directamente de la botella que tengo del supermercado porque al ser más grande y al estar llena es más difícil calcular bien para echarse la cantidad exacta de aceite, ya que la mayoría de las veces cae de más. Por eso yo uso una aceitera, como la que veis en la foto.
Pesa menos, no está tan llena y por el tipo de boquilla que tiene es mucho más fácil de manejarla y echarnos exactamente lo que queremos. Igual en la foto parece grande, pero esta en concreto mide 16 cm. de altura.
¡Probadlo y ya me diréis que tal os ha ido!